El ser humano no es carnivoro, sino herbivoro. Comer cadaveres ensucia el cuerpo y embrutece la mente

El organismo humano es vegetariano por naturaleza; su estructura corporal y orgánica no está concebida para comer carne ni productos animales. Si nos alimentamos con un combustible inadecuado, nuestro organismo se deteriorará, física, mental, emocional y espiritualmente.

La mandíbula y los dientes humanos no están diseñados para el consumo de carne, y la estructura intestinal no es apta para digerir carne de animales muertos, ya que el cuerpo humano tarda demasiado tiempo en procesar las materias orgánicas animales y se va pudriendo a lo largo de todo el aparato intestinal, lo cual provocará deficiencias, alteraciones en la salud, deterioro en los órganos y enfermedades.

El cuerpo humano procesa los vegetales con tanta naturalidad y limpieza como si fueran agua, no dejando residuos, sino todo lo contrario, limpian, protegen y fortalecen toda la flora intestinal. La comida vegetal no ocasiona obesidad ni colesterol ni un sin fín de anomalías e inestabilidades orgánicas que sí provocan la carne muerta.

La carne muerta digerida en el cuerpo humano, no se puede procesar ni eliminar al 100% como la comida vegetal, por lo que deja residuos en las células; estos residuos son basura en las células; una basura que no se puede eliminar bien y cuya acumulación progresiva, con el tiempo, dá lugar a obstrucciones muy perjudiciales en los filtros orgánicos.

La acumulación de basura de carne animal muerta y putrefacta en las células humanas causa una hinchazón corporal generalizada, deformidad, enfermedad generalizada, deterioro de todas las facultades y envejecimiento prematuro.

No es lógico ni natural, ni bueno, ni sano, ni saludable, ir por ahí comiendo cadáveres. Incluso aunque se laven los cadáveres de los animales, siempre queda impregnada una porción de sangre, aunque no se vea a la vista. Todo esto es muy horrible.

Hoy es un buen día para cambiar, y empezar a tener una alimentación limpia. Dá un primer paso y hazte vegetariano, que es no consumir carnes muertas. Los mercados están llenos de carne muerta porque hay demanda; si no hay demanda, los mercados tendrán que vender fruta y productos sanos y naturales, que nos hagan bien, y no mal.

Atención, Recuerda esto: Las personas carnívoras van a intentar que desistas de tu empeño, y se van a burlar de tu conducta alimenticia si es limpia y vegetal, porque si tienes una alimentación sucia ingiriendo cadáveres de animales, las personas carnívoras que te rodean se sentirán más aliviadas y menos culpables; como dice el dicho: “mal de tontos, consuelo de muchos”.

Tampoco hagas caso a los consejos papanatas de los médicos y científicos adiestrados por el sistema hipócrita oficial, que apuestan por la comida carnívora. Estos tipos matasanos son los mismos que te dicen que es buena la comida procesada dentro de los aparatos microondas y las campañas de vacunaciones manipuladas. Además, hay infinidad de médicos naturistas y expertos en alimentación que recomiendan encarecidamente tener una dieta limpia y vegetal.

Después el segundo paso, ser vegano, es decir, quitar todo tipo de sustancias o ingredientes animales, como huevos, leche animal, y otros. Hoy en día hay variedades de leches vegetales, más nutritivas, y siempre sientan bien, ya que no tienen lactosa ni componentes animales. La dieta vegetal rica y variada no sólo tiene todas las proteínas necesarias para el ser humano, sino que todas su proteínas e ingredientes vegetales son más adecuadas y de mayor calidad.

Yo particularmente, apuesto por la comida vegana, pero no por el veganismo totalmente crudo. Prefiero una alimentación vegana mixta, fría y caliente; cruda y cocinada; es decir, por un lado veganismo crudo (ensaladas crudas, frutas frescas, zumos, etc…) combinándolo también con cocina vegana caliente, para poder degustar platos calientes de cazuela, sartén y horno, siempre con ingredientes vegetales, como lentejas, arroz, etc… Y para que los ingredientes no pierdan parte de sus propiedades, muchos platos se pueden cocinar también al vapor, en cazuelas especiales diseñadas para este sistema.

Fuente: http://universa2012.wordpress.com/