Hipertrofia muscular ¿belleza o tiranía?

Varios días a la semana hago ejercicio en el polideportivo municipal que hay junto a mi trabajo. Entre serie y serie descanso y observo. Llevo semanas viendo a un tipo enorme, torcidísimo, hinchado como un pollo de esos a los que inyectan hormonas para que crezcan en cuatro días, y encantadísimo de conocerse. ¿Cómo no se da cuenta de que esa deformación y ese trabajo tan descompensado no solo le hace más feo de lo que es, sino que su salud se resentirá tarde o temprano? Y he caído en la cuenta de que precisamente por eso se pasará horas allí metido hinchando sus músculos hasta el esperpento: porque es francamente feo.

Lo que somos capaces de hacer los seres humanos para que nos quieran. Los límites que somos capaces de superar y el esfuerzo inmenso que ponemos en gustar a los demás. En una entrevista que hice a Jerónimo Maesso (mi Jero) como complemento a un trabajo para el superior de danza, me decía que las cosas que hacemos, las hacemos para que nos quieran. Algún día colgaré aquella entrevista, si él me lo permite (aunque tenemos pendiente otra!), porque esta cargada de contenido valioso.

¿Por qué tantos hombres acuden a los gimnasios a hipertrofiar su musculatura? Alguno estará tentado de decir que para mantener la salud. Pues no, si fuera ese el objetivo, no le harían eso a sus articulaciones ni cargarían con tanto peso inútil a su corazón. ¿Será que los monitores y profesionales que trabajan en los gimnasios no saben lo que hacen? No, tampoco es eso. Es verdad que en algunos sitios contratan monitores con un simple cursillo en CCC; pero en la mayoría de instalaciones hay gente cualificada, no tengo duda de eso. ¿No les advierten de que perderán agilidad, rango de movimiento e incluso eficiencia motriz? No creo, porque a lo que van allí no es a ponerse en forma, sino a desarrollar masa muscular, a hipertrofiar.

Nos han deformado completamente la percepción de lo bello, lo natural, lo armónico. Llevo toda la vida rodeada de cuerpos minuciosamente trabajados, elásticos, ágiles y ligeros, y no se parecen en nada a esos musculocos.

Pero hay una cosa más curiosa aun; y es que con el cambio en su masa muscular se implementa también el cambio del lenguaje corporal. Es muy curioso que no seamos muy conscientes del lenguaje corporal de la gente que nos rodea, ya que es, en realidad, el verdadero medio a través del cual nos comunicamos unos con otros.

Hay gente que te llega por cómo gesticula, por cómo se mueve, por su forma de andar, etc. No hace mucho me llamo la atención poderosamente un hombre que vi en un vídeo, simplemente por su lenguaje corporal; además, por supuesto, su discurso me interesaba. Conocerle después, solo me ha confirmado lo que claramente su cuerpo mostraba de sí mismo. Recuerdo a otro famoso conferenciante, que nos enseña a mantenernos en los 13Hz. pero a quién su esternón hundido le delata. O esas personas que caminan con la pelvis en retroversión, obligando a su cuerpo a moverse con el peso en los talones. El cuerpo nunca miente, decía Alice Miller en su libro con ese mismo título. Pero sobre ese libro y otros afines tengo un post a medias desde hace tiempo; así que lo desarrollaré allí.

Pues bien, los culturistas que veo en el gym modifican su forma de moverse y su actitud, a medida que el proceso de hipertrofia muscular avanza.

Veréis, he visto muchas veces ese proceso. Cuando bailaba con mi maestro, Victor Ullate, toda la compañía acudíamos a un gimnasio de unos amigos suyos, cerca del estudio, a complementar el entrenamiento propio de la danza clásica. Desde entonces hasta hoy, no he dejado, salvo temporadas breves por lesión o descanso, de acudir a gimnasios. En realidad casi siempre al mismo, el municipal de La Latina, hasta que recientemente lo derrumbaron. Por cierto, y saliéndome del hilo, allí conocí a Jamal Zougan, el único condenado por el 11M, pero ese es otro tema, sorry. Después he estado en otros tantos gimnasios, pocos, suelo ser fiel a un lugar cuando este me gusta (casualmente me pasa lo mismo con las personas…). A lo que voy: veo llegar a esos hombres o muchachos tirillas, de hombros estrechos, piernas flacuchas, o bien barrigones y rechonchos, de mirada tímida, que acuden en pandilla o con un solo colega (solos les da mas corte) que si te hablan o miran suelen hacerse los graciosos o simpáticos o bien hacen como que no te ven (algún día alguien debería analizar en profundidad lo que sucede el un gimnasio cargado de hombres y con pocas mujeres…). Pues esos mismos, progresivamente, en grado proporcional al crecimiento de sus hombros, van tomando esa actitud de soy invulnerable, nada me afecta, soy un semental que trato a las tías como mierdas y mira, hasta camino separando los brazos aparentando que mi dorsal es tan grande como mi…. ups, que me enciendo!! Y efectivamente comienzan a comunicarse así corporalmente, y de pronto se atreven a hablarte ¿cómo? ahora? si no me veías! Si, y te hablan exactamente como lo harían a un coño con piernas. Pero no quiero ser injusta, esos son los menos, la verdad.

Desconozco si hay estudios que relacionen la hipertrofia muscular con los niveles de testosterona o con la mala educación directamente. Pero por suerte lo común es que sean amables aunque con ese aire de “a mi nada me conmueve, soy insensible. Tengo músculos y eso me hace guay y superior”, un lenguaje corporal mimético al resto de musculocos, y su confianza, aparentemente, mejorada.

Aparentemente…

A qué van entonces? No es a mejorar su resistencia aeróbica (la mayoría no hacen mas de 10 minutos de cardio, y algunos ni eso). No es a tonificar su cuerpo para que este fuerte (¿por qué tanto peso? ¿por qué no menos peso, cuidar la respiración y añadir el trabajo excéntrico o mas trabajo isométrico y de musculatura profunda?) No van a ganar agilidad, movilidad articular y sensación de bienestar (en tal caso tonificarían de forma mas dinámica, como nadar, bailar, gyrotonic, etc. o incluso pilates) No, porque no van a mejorar o mantener su salud, van ponerse buenorros y ganar así confianza, seguridad, y conquistas. A “mejorarse” a si mismos para gustarse más, y así poder gustar. Van a “mejorarse” para que les quieran. Y claro, se “mejoran” según los modelos impuestos socialmente; es decir, es un mejoramiento falso, ya que en ningún momento todo ese increíble esfuerzo va dirigido a conocerse más, a descubrir quién es, a ser más auténtico, más libre, más sano, más sabio, más sí mismo. En realidad hacen todo lo contrario: llenarse más de vacío, alejarse de su Ser individual y único, clonarse e imitar al modelo, perderse, enterrar su Yo individual e irrepetible en una masa insana de músculos que el sistema ha decidido establecer como el colmo de la belleza y del poder de seducción.

Y qué es lo que en realidad nos seduce? Piénsenlo con calma y en profundidad. No me refiero al comentario facilón de me gustan rubios o morenos; me refiero a qué es eso de aquella persona en particular que te conmueve, que te toca, que te atrae.
A mi personalmente me gustaban más cuando eran tirillas y tenían esa mirada tímida, resultaba enternecedor ver su parte vulnerable; y permitía empatizar con ella, y encontrar afinidades, ya que en el amor todos somos vulnerables, y en la falta de él… Ahora, con los músculos puestos cual disfraz también veo su parte vulnerable, se ve más aun! Pero me resulta imposible empatizar, abrirme, mostrarme, ante esa actitud hierática y de superioridad. Además veo también su tremendo miedo a no ser queridos. Miedo que nos aterra a todos, porque en el cole no nos enseñan a querernos, sino más bien a todo lo contrario, a compararnos, competir, rivalizar, y así envidiar, infravalorarnos, y sentirnos culpables por no ser suficientemente validos. Doloroso, y muy triste.

Pero no voy a ser hipócrita ahora. Yo que llevo toda mi vida ocupándome de mi cuerpo y que he padecido la horrible obsesión del peso y la estética tiránica que impone la Danza. Precisamente por eso sé bien lo que oculta todo ese esfuerzo en “ser como debería ser para ser querido”. Y además reconozco haber recorrido minuciosamente los músculos de algún que otro bombero, y no solo con la mirada. Incluso de varios parques… Pero justamente por haber sido víctima de la gran manipulación mental de la moda y la estética impuesta, he podido comprobar que al único destino que conduce es al vacío absoluto.

Y que nadie se confunda, no estoy censurando el ejercicio físico saludable. Ese es no sólo adecuado sino yo diría que imprescindible para mantenernos mental, emocional, y físicamente sanos y plenos. Ya hablaré en el otro post sobre ello. Sólo lamento y denuncio el excesivo, irracional y antinatural desarrollo muscular como algo patológico y como estrategia (una más) de manipulación de nuestra mente, salud y en definitiva, felicidad.

Qué es lo que verdaderamente nos seduce? Preguntaba más arriba. Os animo a que me lo contéis en los comentarios. Yo he meditado mucho sobre esto. Me seduce el Ser particular que se manifiesta en un cuerpo. Y cómo lo descubro? A través de su cuerpo. Del movimiento de las manos, de los gestos, de la forma de reir, de la respiración, de la forma de caminar, de hablar, etc. Ah si, también del vocabulario, claro. Casualmente, si se trata de una persona coherente con lo que predica, sus opiniones y creencias confirmaran (o negaran, en caso de incoherencia consigo mismo) lo que su cuerpo transmite. Lo que me seduce, en definitiva, es determinada vibración, que se materializa en un cuerpo concreto con unas características concretas. Nuestras emociones y pensamientos moldean y crean, literalmente, nuestro cuerpo; así que el movimiento del mismo muestra, inequívocamente, quienes somos.

Lo que seduce no tiene nada que ver con lo grandes que tengamos los musculocos, las tetas, la nariz o lo bajitos o altos o guapos o feos que seamos. ¿Nunca os ha pasado ver a un hombre o mujer muy muy perfecto físicamente y dejaros indiferentes? A mi si! Y que alguien aparentemente feo y poco agraciado os resulte sumamente atractivo? Si, claro que os ha pasado. Porque somos un cuerpo, nos manifestamos a través de él, y nuestro Ser es siempre bello y grandioso si lo dejamos ser. Si lo dejamos ser…

Los amos y controladores del sistema no nos quieren Siendo, nos quieren huyendo de quién somos, y apartándonos de nuestra autentica esencia, que además es única. No consintamos que nos hagan eso. No nos dejemos anular. No permitamos que lo logren. Esa, si que sería una verdadera revolución que cambiaría por completo el mundo.

Buenas noches amigos.

Autora: Belén Calvo desde su blog: http://laespiralazul.blogspot.com.es/

7 comentarios sobre “Hipertrofia muscular ¿belleza o tiranía?

  1. Queria decir, que aunque bien es cierto, que en muchos casos, esto se cumple, en otros muchos no… Llevo, varios años haciendo pesas, y en esos años he conocido a gente buena y mala, el definir el cuerpo, culturismo o como lo queramos llamar, no es sinonimo de mala persona o de oscuridad, simple y llanamente, es algo mas, que añadir a la larga lista de atracciones mientras estamos en este plano, ¿juzgamos a las personas por las apariencias, pero no queremos que nos juzguen por nuestras ideas? Un poco hipocrita esta teoria ¿no? Aquel, que es mala persona, lo sera, sea conan o un canijillo (con todo mi respeto a los canijillos…) Esto, me recuerda a eso de lo que paso con los juegos de rol, que por jugar a ellos, ya se decia de las personas que podian matar… El que quiere hacer mal, lo hara, sea culturista, banquero, pacifista o lo que sea… Recordad, el habito no hace al monje…

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  2. les diré la verdad creo que ganan la admiración por la deformidad excesiva del cuerpo no es lo mismo estar con un hombre marcado y solo marcado reitero, a estar o tocar un cuerpo lleno de malformaciones llamadas músculos que asco se ven bien pero estar y tocar nopp. soy emma

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  3. Eso pasa cuando no se tiene ni puta idea de lo que es el culturismo y/o se tienen deformados ciertos conceptos de este mundillo. Si, como los idiotas que creen que los batidos de proteina son esteroides y demás fauna, por ejemplo.
    Flex Wheeler es un ejemplo de que no se pierde tanta agilidad ni flexibilidad con un cuerpo musculado. Y eso que Flex era un pro y se ciclaba a saco.
    O échate unos guantes con Myke Tyson, y luego me cuentas sobre agilidad, rapidez y coordinacion… blablabla y mas bla.
    Si lo que criticas es los cuerpos excesivamente hipertrofiados de los profesionales, entonces podríamos estar de acuerdo en algunas cosas.. que no en todas.
    Supongo que no criticaras al que va al gimnasio a conseguir una gran musuclatura de manera totalmente NATURAL, comiendo sano, sin fumar, beber ni demás mierdas.

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